15/12/11

13/12/2011



El pasado día 12 de diciembre (2011), Francisco Camps volvió a comparecer en el juzgado por un presunto delito de cohecho pasivo impropio por parte de la trama corrupta Gürtel; esta vez no fue acompañado por las grandes cabezas visibles del partido popular, sólo le mostraron su apoyo miembros menores de su partido. Entre todos estos, que sólo eran tres, se encontraba Consuelo Ciscar. Ver su melena, roja como el fuego, entre la policía y ver como abrazaba y besaba al presunto delincuente me hizo plantearme unas cuestiones, aparte de provocarme sudor de ojos. Me cuestioné cómo es la supuesta amistad entre ella y Camps, admiré la habilidad casi reptiliana de Consuelo para seguir mostrando adulación (veneración) por un ex-president que la colocó en su actual puesto de trabajo y terminé con la certeza de que consuelo tiene miedo de su futuro, ella sabe que Camps está cayendo y ella con él, en estos momentos Consuelo le recuerda su apoyo y le pide auxilio.

Consuelo Ciscar y Francisco Camps dándose besos

La amistad la he definida como supuesta, ya que, posiblemente esta amistad esté formada por dos círculos (círculo Camps y círculo Consuelo) que interseccionan en dos puntos, creando un área interna común, este espacio sería la necesidad de notoriedad y la búsqueda de lucro; aquí es donde creo que reside su amistad y esta residencia que le han buscado es la que justifica todo lo que ha sucedido en su relación profesional.

Consuelo, como muchos sabréis, fue colocada a dedo por el presidente Camps como consellera de Cultura. Este trabajo lo consiguió no sólo gracias a su esfuerzo y tesón, si es que lo hubo, si no también a su matrimonio con Rafael Blasco, hombre de confianza del ex-president Camps. Después de su periplo como consellera, en el que dilapidó una fortuna en dinero público, fue destinada a su puesto actual de directora del IVAM. Ella a cambio del favor, entre otra cosas, ha utilizado el museo como herramienta de promoción política, por ejemplo, cuando Camps y la plana del pp de València y Murcia pedían un trasvase millonario con el que pegar cucharazos ellos y sus amigos/as, Consuelo dedicó unas semanas las salas del IVAM a hablar del agua.

Por aquí deambularon mis primeros pensamientos, que luego derivaron hacia la situación actual de ambos. Como he comentado Consuelo fue puesta a dedo por Camps y ahora que éste está colgando de un hilo y de la eficacia de sus abogados es normal que Consuelo se asuste, ya que se encuentra en la misma situación, aunque sin necesidad de jurado. Además, mucha gente con cierto nivel de influencia en el mundo del arte se ha puesto en su contra y se solicita de manera pública su dimisión, como es el caso de Artistes visuals de València, Alacant i Castelló, la Unión de Artistas Visuales de España y la Associació Valenciana de crítics d'art, entre otros/as. De este modo tenemos una Consuelo dando bandazos a la desesperada, recordando a Camps que le apoya porque de él espera lo mismo. Y es que Camps está muerto políticamente, ya no volverá a presentarse como candidato en València y ha cortado sus posibilidades de ascender al gobierno central, pero Camps sigue siendo un hombre de peso en Madrid y con mucha influencia dentro del partido, que puede interceder por ella para que una mano oscura haga presión sobre Fabra y la mantenga en el puesto que ocupa. De momento, el nuevo president Fabra no ha decidido que hacer con ella y tal vez un fin en el proceso jurídico que declare culpable a Camps no sólo de cohecho, si no de financiación ilegal del partido, obligará al nuevo presidente a realizar acciones drásticas en el partido, que obligará a renovar muchos cargos y soltar lastres del pasado corrupto.

Esto es lo que asusta a Consuelo y es la única esperanza que le queda. Nosotros, los que nos interesa el arte y la política y además nos interesa que esté limpia y sana, seguiremos pidiendo lo mismo, que dimita y que el cargo quede a disposición pública.